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La Edad Media y el bautismo de deseo
Ahora que hemos demostrado que la enseñanza de la tradición definitivamente no favorece el bautismo de deseo, ¿de dónde viene este furor por el bautismo de deseo que ahora vemos? ¿Por qué llegó más tarde a convertirse en una creencia tan difundida? El bautismo de deseo nunca ha sido enseñado a la Iglesia por ningún Concilio, definición dogmática o encíclica papal, sin embargo, la mayoría de los católicos hoy cree que es una enseñanza de la Iglesia. Como ya se ha dicho, la teoría viene de una enseñanza errónea de San Agustín y de un pasaje ambiguo de San Ambrosio en el siglo cuarto. Pero debido a la enorme estatura de San Agustín como teólogo, muchos en la Edad Media adoptaron su opinión sobre el bautismo de deseo, a pesar de que era contraria a la creencia abrumadora en la Iglesia primitiva. Y cuando los ilustres San Bernardo y Santo Tomás de Aquino hicieron suya la teoría del bautismo de deseo en base a los pasajes de San Agustín y el pasaje ambiguo de San Ambrosio, ello hizo que muchos teólogos, desde la Edad Media y hasta nuestros días, subsiguientemente adoptasen el bautismo de deseo por deferencia a su gran erudición (particularmente la de Santo Tomás); una posición sobre la posible salvación de los catecúmenos que mueren sin el bautismo que era contraria a la abrumadora creencia y tradición litúrgica de la Iglesia primitiva, por no hablar de la posterior enseñanza infalible de la Iglesia sobre el sacramento del bautismo, de Juan 3, 5 y del único bautismo, como veremos.
San Bernardo
Santo Tomás de Aquino
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