LAS INCREÍBLES HEREJÍAS DE BENEDICTO XVI EN SU RECIENTE LIBRO (2010) LUZ DEL MUNDO
Por el Hno. Miguel Dimond y Hno. Pedro Dimond
Tomado del libro: La Verdad de lo que le ocurrió a la Iglesia Católica después del Segundo Concilio Vaticano
Benedicto XVI “rezó como los musulmanes hacia la Meca”, (Reuters) Estambul, 1 de diciembre de 2006 – “El papa Benedicto XVI finalizó el viernes una sensible, conciliadora visita a Turquía en medio de elogios por visitar la famosa mezquita Azul de Estambul y rezar allí hacia la Meca ‘como los musulmanes’. … ‘La temida visita concluyó con una fantástica sorpresa’, escribió el diario Aksam en su primera página. ‘En la mezquita Sultán Ahmet, [Benedicto XVI] rezó como los musulmanes vuelto hacia la Meka’…”. [1]
Benedicto XVI rezando como un musulmán vuelto hacia la Meca, con los brazos cruzados en un gesto de oración musulmán llamado “gesto de la tranquilidad”, el 30 de noviembre de 2006
Benedicto XVI es Joseph Ratzinger. Él fue uno de los teólogos más radicales en el Vaticano II, donde sus ideas fueron una orientación influyente en el curso revolucionario del Concilio.
Karl Rahner (izquierda) junto con Joseph Ratzinger (derecha) en el Vaticano II[2]
En el Vaticano II, Ratzinger se juntó con conocidos herejes como Karl Rhaner. Y si bien que él era sacerdote, no solía presentarse como clérigo, sino de traje y corbata.
Ratzinger fue hecho “cardenal” por Pablo VI en 1977, y se convirtió en prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, cinco años después.
Durante esos años, Ratzinger escribió un número asombroso de libros. Las herejías de Ratzinger que se tratan aquí han sido obtenidas de muchos de sus discursos y de los 24 libros por él escritos.
Muchos católicos están familiarizados con el hecho de que en el año 2000 el Vaticano supuestamente reveló el Tercer Secreto de Fátima. La mayoría de los tradicionalistas reconocieron inmediatamente que el llamado “Tercer Secreto” que publicó el Vaticano no era el verdadero Tercer Secreto de Fátima, sino más bien se había perpetrado un fraude en gran escala. El principal autor del documento que intentaba convencer al mundo de este fraude contra el mensaje de Nuestra Señora en Fátima fue Joseph Ratzinger, Benedicto XVI. |
El documento sobre el llamado “Tercer Secreto”, titulado El Mensaje de Fátima fue de autoría de Ratzinger y del “cardenal” Bertone. Ello fue un intento —como Los Angeles Times se vio forzado a admitir— de “desbaratar” el mensaje de Fátima. En el documento, Ratzinger se remite a un solo erudito de Fátima, el P. Edouard Dhanis. El P. Dhanis sostuvo que gran parte del mensaje de Fátima fueron invenciones de Lucía. Al referirse a su “experto” de Fátima Dhanis, Ratzinger indicó que él también sostiene que el mensaje de Fátima fue una invención.
Esto revela una de las principales características de Ratzinger. Él es un mentiroso. Él comunicará tener la apariencia de devoción a algo (por ejemplo, Fátima), mientras que trata de destrozar su significado. Él dará la apariencia de conservador, mientras inculca las herejías más abominables. Ahora abordaremos las asombrosas herejías de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI.
CONCLUSIÓN ACERCA DE BENEDICTO XVI
Benedicto XVI es un hereje manifiesto. Hemos demostrado que no cabe duda al respecto. Él enseña un sinnúmero de herejías: que nuestro Señor puede no ser el Mesías; que la Antigua Alianza sigue siendo válida; que los judíos y otros pueden salvarse sin creer en Cristo; que los cismáticos y protestantes no necesitan conversión; que los acatólicos no están obligados a aceptar el Primer Concilio Vaticano; que se deben formar monasterios protestantes; que el protestantismo no es siquiera herejía; que la misa es válida sin las palabras de la consagración; que el bautismo de los infantes no tiene un propósito; que la Escritura está llena de mitos; que la falsa religión del islam es noble; que las religiones paganas son elevadas; que puede haber salvación fuera de la Iglesia; que los dogmas católicos deben ser purgados; que el Concilio Vaticano II rechazó la doctrina católica sobre la libertad religiosa; que la unidad de la Iglesia no existe; y que la resurrección de la carne no ocurrirá, por nombrar sólo algunas.
Puesto que él es un hereje, él no pudo haber sido una papa válidamente electo. Como vimos en la ya citada enseñanza solemne de Paulo IV ―en su bula del 15 de febrero de 1559, Cum ex apostolatus officio― de que es imposible que un hereje sea válidamente elegido papa.
Por lo tanto, según la doctrina de la Iglesia Católica, Benedicto XVI no es un papa, sino un antipapa no católico que los católicos deben rechazar por completo. Él gobernó la nueva religión del Vaticano II, un contra catolicismo que abandonó las tradiciones y los dogmas de la Iglesia Católica.
Una de las principales características de Benedicto XVI es que él es un mentiroso, un engañador. Él ha conseguido que muchos ―casi la mayoría― crean que es un conservador. Entre sus escritos o pronunciamientos también hay muchos pasajes que son aparentemente “conservadores”. Pero lo cierto, como hemos probado, es que él sostiene las increíbles herejías que hemos presentado aquí (y se podrían citar muchísimos otros ejemplos de herejías en los escritos y discursos de Benedito XVI). El doble lenguaje es una antigua táctica de los herejes para engañar a los incautos. Esto no es nada nuevo. El papa Pío VI, señaló que los herejes, inspirados por el diablo, siempre han usado esa táctica para inculcar las herejías y engañar a la gente.
Papa Pío VI, bula Auctorem fidei, 28 de agosto de 1794: “[Los antiguos doctores] conocían muy bien el astuto arte de engañar de los innovadores, los cuales temiendo ofender los oídos católicos cuidaban ordinariamente ocultarlos con fraudulentos artificios de palabras, para que entre la variedad de sentidos se introduzca con mayor suavidad en los ánimos el error oculto, y suceda que, corrompida por una ligerísima adición o mudanza la verdad de la sentencia, pase sutilmente a causar la muerte la confesión que obraba la salud.
El Papa Pío VI señala que el camuflaje de las herejías en las afirmaciones que son ambiguas o aparentemente conservadoras o contradictorias era la táctica del hereje Nestorio, y que los católicos no pueden permitir que los herejes se salgan con la suya o los engañen con ellas:
Papa Pío VI, bula Auctorem fidei: “... Y por lo tanto, si en este género de cosas se llegase a cometer error, no se pueda defender con aquella engañosa excusa que suele darse, de que lo que tal vez por descuido se dijo en una parte con mayor dureza, se halla en otros lugares más claramente explicado y aun corregido; como si esta descarada licencia de afirmar y negar y contradecirse según su voluntad, que fue siempre la fraudulenta astucia de los innovadores para sorprender con el error, no fuese más propia para descubrirle que para ocultarle. … Artificio a la verdad de lo más pernicioso el de introducir el error que con sabia penetración descubrió ya antes en las cartas de Nestorio, obispo de Constantinopla, y que refutó con reprensión gravísima nuestro predecesor Celestino; en las cuales cartas siguiéndole los pasos a aquel taimado, cogido y detenido, armado de su locuacidad, cuando envolviendo en tinieblas lo verdadero, y volviendo después a confundir uno, y otro, o confesaba lo que había negado, o pretendía negar lo que había confesado.
Los herejes siempre han usado la ambigüedad y el engaño para insinuar y difundir sus herejías y hacerlas parecer inofensivas. De hecho, el más engañoso hereje es por lo general el que mejor sabe usar las engañosas tácticas del diablo. El hereje Arrio difundió eficazmente su negación de la divinidad de Cristo, porque impresionó a la gente con su apariencia de ascetismo y devoción.
Papa Pío XI, Rite expiatis, # 6, 30 de abril de 1926: “... las herejías gradualmente afloran y crecen en la viña del Señor, ya sea propagada por los herejes manifiestos o por engañadores astutos que, debido a que profesaban cierta austeridad de vida y daban una falsa apariencia de virtud y piedad, fácilmente llevaban las almas débiles y sencillas por el mal camino”[3].
Lo mismo advierte el papa San Pío X de los herejes modernistas:
San Pío X, Pascendi, 8 de septiembre de 1907, introducción: “Juntan a esto [los modernistas], y es lo más a propósito para engañar, una vida llena de actividad, constancia y ardor singulares hacia todo género de estudios, aspirando a granjearse la estimación pública por sus costumbres, con frecuencia intachables”.
El Papa Pío VI concluye su punto dando a los católicos instrucciones sobre cómo tratar con ese engaño o ambigüedad entre los escritos de los herejes:
“Para rebatir estas astucias, renovadas con demasiada frecuencia en todas las edades, NO SE HA HALLADO OTRO CAMINO MÁS ACOMODADO QUE EL EXPONER LAS SENTENCIAS, QUE EMBOZADAS CON LA AMBIGÜEDAD, ENCIERRAN UNA PELIGROSA Y SOSPECHOSA DIVERSIDAD DE SENTIDOS, NOTAR LA SINIESTRA INTELIGENCIA A QUE ESTÁ ANEXO EL ERROR QUE REPRUEBA LA SENTENCIA CATÓLICA”. |
El Papa Pío VI nos enseña que si alguien presenta una herejía velada en la ambigüedad, un católico debe exponer el significado herético y denunciar el significado herético que se camufla en la ambigüedad. Pero esto es de sentido común: si un hombre dice que está en contra del aborto, pero repetidamente vota a favor, él es un partidario del aborto y es un hereje. El hecho de que a veces diga que sigue la doctrina de la Iglesia contra el aborto no significa nada.
Del mismo modo, el hecho de que Benedicto XVI diga algunas cosas conservadores, ambiguas o contradictorias no cambia el hecho de que él enseña asombrosas herejías y que no es un católico.
Notas:
[1] Reuters.com, 1 de diciembre de 2006.
[2] 30 Days Magazine, julio de 1990.
[3] The Papal Encyclicals, vol. 3 (1903-1939), p. 294.
Ya está en el infierno junto con el Anticristo (Juan Pablo II).
Muy buenas las citas explicadas del papa Pio VI