¿Es pecado el boxeo como deporte?

A diferencia de otros deportes aceptables (por ejemplo, futbol, basquetbol, béisbol), creemos que el boxeo profesional no es un deporte aceptable. El boxeo profesional es inmoral porque el objetivo del deporte es causar daño y/o incapacitar al oponente. En el boxeo se le da la victoria a la persona que haya noqueado o dejado inconsciente a su oponente. Esto es inmoral.

Papa León XIII, Pastoralis officii, 12 de septiembre de 1891: “Claramente, la ley divina, tanto por lo que se conoce por la luz de la razón y por lo que está revelado en la Sagrada Escritura, prohíbe estrictamente a cualquiera, sin causa pública, matar o herir a un hombre a menos que se vea obligado a hacerlo en defensa propia”.

Mientras que, por ejemplo el futbol americano –un deporte físico en que rara vez alguien resulta noqueado– la meta es de llevar al adversario al suelo y meter la pelota en la zona de anotación. En el futbol americano no se le da la victoria ni se ganan puntos por golpear al oponente. Por eso el futbol americano no es inmoral, y el boxeo profesional sí lo es. Por lo tanto, las personas no deberían ver el boxeo. Y la Ultimate Fighting Championship (UFC) es simplemente mala. No conocemos mucho acerca de las artes marciales mixtas. Pero si es algo similar a los otros, entonces también es inmoral. Nadie debería ver ninguno de estos deportes inmorales (el boxeo, el Ultimate Fighting, etc.). Si alguien ganó dinero en el boxeo profesional entonces debería (después de cuidar de sus necesidades personales) confesar que estuvo involucrado en él y usar el dinero para la mayor gloria de Dios y por la salvación de las almas. Esto se podría hacer hoy en día apoyando únicamente lo que es 100% católico, y a ningún grupo herético.

Se ha de señalar también que la cita anterior es de la encíclica Pastoralis officii, del Papa León XIII de 1891. Esta es una encíclica donde se condena la práctica del duelo como algo mortalmente pecaminoso. (El duelo era obviamente muy común en esos días). Si bien la analogía no sería exacta, creemos que se puede extraer una analogía entre la inmoralidad del duelo y la inmoralidad del boxeo profesional.

Lector defiende el boxeo

Habiendo nosotros jugado toda clase de deportes competitivos, cualquier persona que nos conoce sabe que estamos a favor de la dureza que los deportes pueden aportar. De hecho, uno de los principales problemas de hoy con casi todos los clérigos es que carecen de la dureza de enfrentarse a los malhechores; de luchar contra la herejía; de asumir, atacar y denunciar (si fuera necesario) aquellos que niegan la fe; de no hacer caso a lo que la gente diga de ellos o hagan con ellos cuando defienden la causa de Dios. Ya que muchos sacerdotes y supuestos maestros del catolicismo de hoy demuestran una actitud tan cobarde en la defensa de la verdad, hay que decir que tal vez si hubieran jugado deportes podrían haber sido más duros en la defensa por la verdad y más dispuestos a ofender y desprestigiar a la gente cuando se hace necesario. No, los católicos no son pacifistas. Sin embargo, por mucho que a uno le gusten los aspectos de la valentía y la tenacidad que el boxeo pueda demostrar, no puede ser defendido como un deporte aceptable. Un ‘deporte’ cuyo concepto básico es golpear a la otra persona es inmoral.

Todos los tres ejemplos que usted dio no atinaron con el punto. Usted hace mención del “justificable uso ocasional de la fuerza”. Obviamente eso no tiene nada que ver con el boxeo profesional. El boxeo como deporte no es un “justificable uso ocasional de la fuerza”, como lo es en una guerra o autodefensa. Ello es entrar en combate –tratando de dañar a otro– por deporte, ganar dinero y conseguir fama. Eso es inmoral.

El otro ejemplo que introduce es practicar tales habilidades para el uso ocasional de fuerza justificable. Esto tampoco tiene que ver con el boxeo profesional. La última vez que revisamos no se estaban enviando boxeadores profesionales a un país extranjero para que utilizaran sus ganchos derechos para atacar a los enemigos hostiles. El boxeo profesional como un deporte no tiene nada que ver con la preparación para un conflicto militar o para practicar tales habilidades para un justificable uso de la fuerza.

Si la gente en el entrenamiento militar está combatiendo en un ambiente controlado, en preparación efectiva para la guerra o el combate mano a mano que puedan enfrentarse en el próximo conflicto militar, eso es un asunto completamente diferente del boxeo como un deporte. Ese tipo de combate como un entrenamiento sería aceptable, ya que sería en preparación para una presumible causa justa. Por otra parte, sin duda iría acompañado de todas las precauciones para que este tipo de entrenamiento necesario sea lo más seguro posible. Pero en el boxeo profesional no tienen ni siquiera protección para la cabeza. Y sobre todo, como se ha dicho, es simplemente tratar de dañar a otro por deporte, ganar dinero o conseguir fama, lo que es inmoral.

Su último ejemplo, que involucra pistolas de tiro en las competiciones, también falla. Disparar armas de fuego a los blancos no hiere a nadie, ni tiene la intención de hacerlo. Por lo tanto, no es comparable con el boxeo profesional en absoluto.

Un lector contra el boxeo