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El Catecismo del Concilio de Trento no es infalible
vaticanocatolico.com
Hno. Pedro Dimond
Presentamos la traducción del video por el Hno. Pedro Dimond que se titula - ‘Bautismo de deseo’: los Concilios de Trento y de Florencia.
Para esta versión en escrito del video inglés, vamos a publicarlo en diferentes entradas para que así sea más fácil su lectura y no sea tan pesado el escrito. Después, si Dios quiere y vivimos, publicaremos el video en español.
Discutiremos en extenso el Catecismo Romano que también se conoce como Catecismo del Concilio de Trento. Las citas en esta versión castellana del video fueron tomadas del libro CATECISMO DEL SANTO CONCILIO DE TRENTO PARA LOS PÁRROCOS, traducción del P. Agustín Zorita, Valencia 1782 y la versión moderna del P. Pedro Martín Hernández, EL “CATECISMO ROMANO” DEL CONCILIO DE TRENTO, por Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid 1951. Si bien la traducción del P. Agustín es de un español antiguo – y por eso consultaremos de vez en cuando la edición BAC – es, sin embargo, más fiel al texto original del Catecismo. Después de cada cita mencionaré VALENCIA para la versión de 1782 y BAC para la versión de 1951. A continuación, la primera parte del escrito “ Bautismo de Deseo ”: el Catecismo de Trento y el Concilio de Florencia que es la traducción del video el Hno. Pedro Dimond del Monasterio de la Sagrada Familia:
En este video voy hablar acerca del ‘bautismo de deseo’. Originalmente, iba a debatir con un individuo de nombre ‘Steve’ sobre el tema, pero desafortunadamente, el personaje se retractó porque se dio cuenta de que sus argumentos no resistirían una vez que los analizaríamos en detalle.
El debate se había planeado originalmente en que cada partido escogería un argumento para su posición. Él elegiría un argumento que pensaba demostraba que el ‘bautismo de deseo’ es la enseñanza católica, y yo, el Hno. Pedro, elegiría un argumento para desmentir el ‘bautismo de deseo’.
Para este debate en particular, el argumento que eligió mi oponente, que supuestamente era su mejor argumento, se basa en el Catecismo Romano o Catecismo del Concilio de Trento.
Como parte de su argumento, él podía además citar declaraciones posteriores que estén relacionadas directamente con la autoridad del Catecismo Romano.
Como parte de mi argumento, yo escogí el Concilio de Florencia, y también me era permitido incluir otras declaraciones papales o del magisterio que se relacionen a los puntos de doctrina que fueron cubiertos por el Concilio de Florencia.
El formato del debate era que primero discutiríamos su objeción y argumentación, y la analizaríamos en detalle, y después ambos discutiríamos mi argumentación y objeción, y debatiríamos en detalle al respecto.
Si él hubiera sido lo suficientemente valiente como para debatir, que no lo fue, lo que hubiéramos visto es que a medida que entráramos más en detalle, no resistiría su objeción hecha a favor del ‘bautismo de deseo’ usando el Catecismo Romano. Y cuando entráramos en detalle en el Concilio de Florencia y comparáramos lo enseñado por el Concilio con la llamada doctrina del bautismo de deseo, su teoría se destruiría.
Eso es lo que se hubiera demostrado en el debate. De todos modos, voy a hacer el debate señalando los puntos de doctrina, explicando los argumentos, y para cualquier persona sincera y de buena voluntad se dará cuenta de la verdadera posición.
Entonces, voy a empezar con la objeción respecto al Catecismo Romano. Hay algunos nuevos puntos y consideraciones muy interesantes que quiero discutir en este debate en particular.
Obviamente ya hemos tratado en numerosas ocasiones esta objeción en el pasado. Tenemos una sección sobre ello en nuestro libro Fuera de la Iglesia Católica no hay absolutamente ninguna salvación. También hice un video que se llama El Catecismo de Trento y el ‘Bautismo de Deseo’ , que cubre algunos otros nuevos puntos adicionales de gran interés. Sin embargo, quiero tomar en cuenta en este debate otras consideraciones.
Ahora bien, muchos de Uds. que están familiarizados de este tema saben que el Catecismo Romano o el Catecismo del Concilio de Trento tiene básicamente un párrafo en donde enuncia la idea del bautismo de deseo explícito, esto es, que alguien que no pudo recibir el bautismo pero que tiene un propósito y deseo de recibir el bautismo, puede conseguir la gracia y la justicia.
Hay varios puntos que se necesitan señalar con respecto a esta objeción.
En primer lugar, el Catecismo Romano no es infalible. El catecismo tampoco es el Concilio de Trento y él fue promulgado después del Concilio de Trento y además no estuvo dirigido a la Iglesia universal.
Esto se prueba por el título oficial del Catecismo Romano que dice que está dirigido a los sacerdotes párrocos y, de hecho, ni siquiera está dirigido a todos los sacerdotes porque no todos los sacerdotes son sacerdotes párrocos. Solo está dirigido a los párrocos.
En segundo lugar, se promulgó después de Trento; es decir, no forma parte del Concilio ni tampoco es infalible.
De hecho, una versión inglesa popular del Catecismo de Trento, de TAN Books, tiene una introducción en donde se cita a diferentes individuos que comentan acerca del Catecismo de Trento, y en ella se cita al Dr. John Hagan, que dice que su enseñanza no es infalible. Esa es una cita interesante para considerar.
Pero antes que yo hable de lo que considero ser la distinción clave en la refutación total de esta objeción, quiero primero reiterar un punto que hice en el video “El Catecismo de Trento y el ‘bautismo de deseo’” que muchos no tienen conocimiento de él. Éste es que el Catecismo de Trento también enseña que el embrión no es humano desde el momento de la concepción.
Enseña que “ningún cuerpo puede ser informado por el alma antes de transcurrir un determinado espacio de tiempo”. Esta cita se encuentra en la sección sobre el Espíritu Santo, del tercer artículo del Credo. Y lo que el Catecismo está enseñado en este pasaje es la posición de Santo Tomás y otros teólogos escolásticos, de que el embrión no se hace humano desde el principio, sino que se hace humano con la infusión de un alma racional aproximadamente 40 días después de la concepción en el hombre, y en 80 o 90 días en la mujer.
Entonces, según la enseñanza de Santo Tomás, de muchísimos teólogos escolásticos y la enseñanza del Catecismo de Trento, el embrión no es humano en el momento de la concepción.
Ahora bien, dudo que haya sacerdotes en el movimiento tradicionalista que sostengan esta posición. Ella es rechazada por casi todo el movimiento pro-vida de hoy en día.
Incluso la Enciclopedia Católica admite que muchos teólogos en la época de la Enciclopedia, es decir cerca de 1907 a 1910, rechazaron la posición de Santo Tomás acerca del momento en que se infunde el alma. Y evidentemente si esos teólogos enseñaron que algo que fue articulado por Santo Tomás y en el Catecismo del Concilio de Trento era necesariamente la enseñanza católica infalible, entonces ellos no podrían rechazar la enseñanza de la infusión del alma.
Y la razón por la que básicamente todo el movimiento pro-vida rechazaría la opinión de Santo Tomás de Aquino respecto de cuándo el alma racional se infunde en el embrión, se basa en la evidencia moderna del ADN, que sugiere que las características esenciales de un ser humano - desde el punto de vista del ADN - se encuentran presentes en el momento de la fecundación o concepción. Y si la vida humana existe desde el momento de la concepción, entonces el embrión debe poseer un alma racional en ese instante.
El hallazgo moderno del ADN también no indica que los hombres tienen las características esenciales de un ser humano antes que la mujer, mientras que la opinión de Santo Tomás era que los hombres reciben un alma racional (y por ende, son verdaderos humanos) antes de que la mujer reciba su alma racional (y por lo tanto, sea una verdadera persona humana).
Así que, esa es una pregunta que se le puede hacer a cualquiera que cite el Catecismo de Trento como si ello fuese equivalente a una declaración dogmática, como si algo que se dice en el catecismo es una prueba absoluta de que ello debe ser la enseñanza católica: ¿Ud. está de acuerdo en que la vida no empieza con la concepción? ¿Ud. está de acuerdo en que el embrión no empieza como un ser humano?
Sin embargo, aquí hay otro problema con el Catecismo de Trento sobre éste párrafo en particular, dice:
Pues el problema aquí es que está dogmáticamente definido que el alma racional es la forma del cuerpo humano. Esto fue definido por el Concilio de Vienne en 1311-1312.
Eso significa que el alma hace lo que es el cuerpo humano. Si se tiene a un verdadero cuerpo vivo, entonces se debe tener una verdadera alma racional. No hay un verdadero cuerpo humano vivo que no tenga un alma racional infundida en él, porque el alma es lo que forma el cuerpo humano.
Pero el Catecismo está implicando que el cuerpo humano existe por un espacio de tiempo antes de la infusión del alma racional, y esto no es correcto. De hecho, es falso porque el cuerpo humano no comienza a existir hasta que tenga un alma racional, ya que el alma racional es lo que forma el cuerpo humano.
Antes de la infusión del alma racional, el embrión no sería un cuerpo humano, sino una planta alojando un alma de planta o un cuerpo de animal alojando un alma de animal.
Por lo tanto, la articulación del Catecismo de Trento acerca de cuándo existe el cuerpo, y su implicación de lo qué es un cuerpo humano antes de la infusión de un alma racional, simplemente es incorrecto y ello es otro ejemplo de cómo la enseñanza del Catecismo no es infalible.
Para leer otras secciones, haga clic aquí: “ Bautismo de Deseo ”: el Catecismo de Trento y el Concilio de Florencia que es la traducción del video el Hno. Pedro Dimond.
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