San Optato y la evidencia primitiva del papado

San Optato de Milevi, Contra los donatistas, libro 7, cap. 3, 384 d.C.: "... el bienaventurado Pedro (para quien solo hubiera bastado que después de su negación hubiera obtenido el perdón) mereció ser colocado por encima de todos los Apóstoles y solo él recibió las llaves del Reino de los Cielos, que debía comunicar a los demás".

San Optato de Milevi, Contra los donatistas, libro 1, cap. 10, 384 d.C.: "Por tanto, ninguno de los herejes posee ni las llaves, que solamente Pedro recibió, ni el Anillo con el que leemos que ha sido sellada la Fuente; ni ningún hereje es de aquellos a quienes pertenece ese Jardín en el que Dios planta sus jóvenes árboles".

San Optato de Milevi, Contra los donatistas, libro 2, caps. 2-3, 384 d.C.: "Entonces no podéis negar que sabéis que primero a Pedro en la ciudad de Roma le fue otorgada la cátedra episcopal, sobre la cual se sentó Pedro, la cabeza de todos los apóstoles [...] que, en esta única cátedra, la unidad debe ser preservada por todos, para que los otros Apóstoles no pudieran reclamar ----cada uno para sí mismo---- cátedras separadas, de modo que aquel que erigiera una segunda cátedra contra la cátedra única ya sería un cismático y un pecador. A Pedro lo sucedió Lino, a Lino lo sucedió Clemente...".

San Optato de Milevi, Contra los donatistas, libro 2, cap. 4, 384 d.C.: "... leemos que Pedro recibió las llaves salvadoras - Pedro, es decir, el primero de nuestra línea, a quien fue dicho por Cristo: 'A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos', y sobre estas llaves 'las puertas del abismo no prevalecerán'. ¿Cómo es, entonces, que os esforzáis por usurpar para vosotros mismos las llaves del Reino de los Cielos, vosotros que, con vuestros argumentos y sacrilegio audaz, guerreáis contra la cátedra de Pedro?".